Sabiendo que nunca llegarÃa a estar a la altura de su padre como poeta, Bernando Bertolucci decidió cambiar de rumbo y buscó en el cine su particular manera de hacer poesÃa. No tuvo mal profesor, Pier Paolo Pasolini, para hablarnos de parejas a la deriva, de seducción, de belleza. Como hombre de izquierdas que era, rescató como argumento la lucha obrera italiana en 'Novecento'. Como provocador, urdió un buen puñado de pelÃculas donde cantar a la sexualidad, como 'Soñadores' o El último tango en ParÃs'. Como hombre ambicioso se embarcó en el mayor reto posible, la épica de 'El último emperador'. Hollywood le entregó entonces nueve Oscar y el reconocimiento de 'maestro'. El Hollywood que en tiempos del #MeToo y tras desvelarse el calvario sufrido por MarÃa Schneider en el rodaje del último Tango, le repudió.
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