Las cenizas que desprende a kilómetros de altura el volcán Agung en Bali continúa cerrando la salida a 60.000 turistas. El aeropuerto indonesio de Lombok permanece cerrado. Una inmensa columna de humo sobrepasa los tres mil metros por encima del cráter y se teme que sus cenizas puedan afectar a los motores de los aviones. Las opciones: cruzar en barco a una isla cercana y regresar desde allí a España, o seguir esperando. Una espera que, dependiendo del seguro contratado, puede suponer un gasto difícil de asumir.
-Redacción-