Con más de 20.000 policías, el metro y los trenes suspendidos, además del aeropuerto cerrado, Buenos Aires se ha blindado ante la llegada de los líderes mundiales a la cumbre del G-20 que durante dos días va a colapsar la capital argentina. Poco a poco esta madrugada han ido llegando los distintos jefes de Estados y de Gobierno, salvo Angela Merkel que ha tenido que aterrizar de emergencia por un problema técnico en su avión.
España llega a la cita como país invitado, con la agenda de Pedro Sánchez de igualdad de género, cambio climático o inmigración. Uno de los grandes protagonistas de esta cumbre que se anticipa como la más tensa de las que se recuerdan es el príncipe heredero saudí, con quien el presidente francés, Emmanuel Macron, se va a reunir y todos los presidentes deberán hacerse una incómoda foto, después del asesinato del periodista Jamal Kashoggi.
En medio de la guerra comercial abierta, Donald Trump se verá cara a cara con el presidente chino, pero con quien ya es seguro que no se va a ver es con Putin. El presidente de Estados Unidos ha cancelado el encuentro tras escalada de tensión bélica entre Rusia y Ucrania.