El madrileño Paseo de la Castellana hace hoy esquina con la Calle Corrientes de Buenos Aires. Aquí se verán hoy las caras los dos grandes equipos de la capital argentina. Boca y River se juegan una Copa Libertadores histórica. Y lo hacen lejos, muy lejos, del Estadio Monumental y de la violencia que arrastra el fútbol en Argentina. Para evitar que ningún energúmeno amargue esta fiesta del fútbol, hoy las aficiones calientan motores separados por el asfalto de la Castellana. En una punta, la Fan Zone de Boca Juniors. En la otra, la zona para aficionados del River Plate, a la que le ha costado arrancar. Quizás porque el gran grueso de seguidores prefirieron animar a su equipo a las puertas del hotel de concentración con un tradicional banderazo. Madrid vive hoy un súper evento deportivo con acento porteño que, afortunadamente, ha estado marcado por la ausencia de incidentes y un ambiente de cordialidad que ojalá se lleven de vuelta a Buenos Aires.
-Redacción-