La cita se presenta, advinen, histórica. "Por primera vez estamos a punto de poder ganar en las urnas a los partidos nacionalistas", decía la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas. El partido naranja sabe que está ante su oportunidad, también como partido. "Porque no es lo mismo el inmovilismo de Rajoy que el dinamismo de Ciudadanos", explica Albert Rivera. "Porque no es lo mismo la nación de naciones que pretende generar privilegios del Partido Socialista que la nación de ciudadanos libres e iguales que propone Ciudadanos". Y así, sin tapujos, el presidente de Ciudadanos pide el voto útil. "No me quiero imaginar que la noche electoral nos falta un escaño y es por los votos que se han ido a la basura por votar al PSC o al PP en algunos lugaresn donde no han sacado escaño". Llamamiento a la movilización también del líder socialista, Pedro Sánchez. "La única papeleta de todas las que hay en el sistema político catalán que puede articular la unidad entre los catalanes el 21 de diciembre es la de Miquel Iceta". Que la alternativa, dice, es el PSC. "Si tienes una solución mejor, pórtala", emplazaba el candidato socialista a la Generalitat. El PP también echa números para la mayoría no independentista. "Será imposible matemáticamente que se pueda concretar si el día 21 en el Parlament de Cataluña no hay un Partido Popular fuerte", remarcaba su candidato, Xavier García Albiol. Y tira de pesos pesados del Gobierno. "No podemos permetir que nos calle y nos atropelle el independentismo", apuntaba la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat. Cataluña en Comú Podem acude también a primeros espadas, con Pablo Echenique. "Los 6 caramelos", en referencia al resto de partidos que se presentan, "saben más o menos a lo mismo". Que ellos también son voto útil. "Estamos orgullosos de poder ser decisivos". Y cambiar la política de bloques, sentenciaba el cabeza de lista, Xavier Domènech. Porque los bloques... bloquean.
