Los mossos habían abierto una investigación y seguían de cerca a este ladrón. Había robado al menos a 17 personas mayores y siempre de la misma manera. Accedía con ellos al portal de sus casas del centro de Barcelona y una vez dentro les robaba, aprovechándose de la soledad y la indefensión de los ancianos. Tras detenerlo, al salir de uno de esos asaltos, la policía le imputó 17 robos y el juez no ha dudado en enviarlo a prisión.
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