Golpeado hasta la muerte. Así fue asesinado Víctor Laínez simplemente por llevar unos tirantes con la bandera de España. La víctima y el agresor, de ideologías opuestas, habían discutido de política en un bar de la calle heroísmo de Zaragoza, una zona de copas muy conocida. Cuando el supuesto asesino empezó a gritarle facha, intento irse del establecimiento y dejar las cosas tranquilas. Tras tres días en muerte cerebral, las graves lesiones en la cabeza han acabado con su vida. Mientras, el presunto agresor asegura que sólo le dió un puñetazo. Se llama Rodrigo Lanza, fue detenido anoche y es un conocido antisistema catalán. No es la primera vez que pasa la noche en prisión, en 2008 fue condenado por dejar a un Guardia Urbano en una silla de ruedas para el resto de su vida.