En este caso hay dos versiones enfrentadas. La de Rodrigo Lanza y su entorno, sostiene que el presunto agresor fue primero insultado por Victor, el fallecido.
Aseguran que Víctor Laínez se fijó en él, que le llamó "sudaca" y que le señaló con una navaja. Pero no se ha encontrado esa navaja. Además, una testigo que acompañaba a Lanza esa noche dijo a la jueza que fue Rodrigo quien se acercó a Víctor Laínez y le dijo que no le gustaban los neonazis en el barrio y Laínez le constestó que tampoco a él le gustaban los chilenos. Hablaron unos cinco minutos dentro del bar y después sucedió todo. La otra versión, la del entorno de Víctor Lainez, es totalmente distinta. Aseguran que Lanza atacó de repente a la víctima por detrás y le tiró al suelo. Una agresión que concuerda con las lesiones reflejadas en la autopsia. El auto refleja que el origen de la bronca habría sido el simple hecho de que la víctima portase unos tirantes con los colores de la bandera española.
La madre de Lanza ha defendido que su hijo no atacó a la víctima por llevar esos tirantes. Pero según el auto judicial, no existen dudas de la identidad del autor de los hechos y no queda excluida la posibilidad de fuga. Por eso, Rodrigo Lanza, está ahora en prisión.
-Redacción-