La reinserción de los presos, objetivo de los centros penitenciarios, depende en gran medida, aunque no solo, de su decisión voluntaria de hacer tratamientos de rehabilitación en la cárcel. Según Instituciones Penitenciarias, casi 7 de cada 10 presos consiguen volver a la vida en libertad sin delinquir. Pero el 31 por ciento son reincidentes. Como Bernardo Montoya, presunto asesino de Laura Luelmo, con un historial delictivo de violencia de más de dos décadas, y un comportamiento de impulsos violentos que los expertos califican como psicopatología.
-Redacción-