La familia de Andrea no tiene ninguna duda de que la joven ha sido una víctima más de la violencia de género. Su madre, Inma, rota de dolor lamenta que durante dos años no les dijera nada. Andrea llegaba a casa con heridas pero las achacaba a su perro, hasta que las alarmas saltaron cuando su novio Víctor le dio una paliza en el bar en el que trabajaba. En ese momento, Andrea cortó la relación y hace poco más de una semana, Víctor estuvo a punto de atropellarlo. Inma convenció a su hija para denunciar el caso al 016 y el juez hizo una valoración de riesgo medio, por lo que interpuso una orden de alejamiento de 200 metros y Andrea se le asignó una agente de policía con la que hablaba por teléfono y en caso de riesgo mandaban la patrulla. Algo que no fue suficiente ya que en la madrugada del sábado Víctor, presuntamente, la introdujo en su coche y se estrellaron contra una gasolinera en Benicasim. Ambos fallecieron. La madre lamenta que la policía no actuara esa noche.
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