Puede que Belén sea uno de los escasos lugares del mundo donde la Navidad conserva la sencillez y devocion de los primeros cristianos. Los turistas visitan la Iglesia de la Natividad, hoy en proceso de restauración. El lugar donde dice la tradición nació Jesús hace casi 2000 años.
Visitas que se producen en la casi siempre tranquila Plaza del Pesebre, ajena a los disturbios generados a pocos kilometros tras el polémico anuncio de Donald Trump. El anuncio del presidente estadounidense ha provocado varias semanas de disturbios entre palestinos e israelíes. A pesar de ello la policía palestina asegura que puede garantizar la seguridad de todos los peregrinos que lleguen hasta Tierra Santa.
Esa es la imagen que se quiere potenciar desde el ayuntamiento de la ciudad que este año, a pesar de la reciente crisis, espera superar los 300.000 visitantes en la Navidad de 2016. Turistas que a menudo son sorprendidos por la realidad de esta ciudad donde lo religioso y lo politico van de la mano
