Son juguetes usados que han quedado olvidados tras las fiestas de Navidad. Los han recogido en los 120 puntos verdes como este que hay repartidos por toda la ciudad. En esta planta, los clasifican en función de su estado. Los que están rotos se reciclan y el resto se repara. Luego, se venden en tiendas de segunda mano gestionadas por ongs.Aquí también se acercan familias con pocos recursos para llevarse juguetes para sus hijos. Vienen derivadas de los servicios sociales. Con este iniciativa los juguetes que sus majestades los reyes trajeron otros años