Lo anunció. Después de Reyes. Y ha cumplido. José Castro cierra la Navidad con un auto histórico. Otro auto histórico. Página 226... apartado 3... "Recibir declaración en calidad de imputada... a Doña Cristina Federica de Borbón y Grecia...."Es la hija del rey. Y le cita -por segunda vez- para preguntarle "por los supuestos delitos fiscales y de blanqueo de capitales en que hubiere podido incurrir". El juez da por bueno que la infanta cumplió con el fisco en lo relativo a sus ingresos por su trabajo en la Caixa. Pero afirma que a través de Aizóon "Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón (o sea ella, socia al 50%) consumaron reiteradas defraudaciones a la Hacienda Pública".Factura a factura -las de las obras en Pedralbes, las clases de salsa, los viajes con los niños- el juez llegaa la conclusión de que Aizóon era un cauce para el reparto de beneficios ilícitos; para el pago de servicios personalísimos; de facturaciones ficticia; para aparentar falsos incrementos salariales. Y, dicho ésto, sentencia: "los delitos que se imputan a Urdangarin dificilmente se podrían haber cometido sin el conocimiento y aquiescencia de su esposa por mucho que mantuviera una actitud propia de quien mira hacia otro lado". El juez no se explica, en fin, que la infanta no estuviera alertada de los sospechosos manejos de su marido y, es más, subraya que no será por que no tenga una "sólida formación" en materia económica. En el auto se declara imposible precisar el montante de lo defraudado. Lo que sí se aprecia es que el juez no comparte algunas tesis de la Agencia Tributaria, y reclama su derecho a preguntar a la infanta por algunos hechos diciendo que con ello "no cree hacer tambalear los pilares del Estado de Derecho, más bien al contrario".Consciente del impacto de su nueva decisión, Castro repite de una y mil formas que "a nadie le debe escandalizar" que se formulen preguntas. Esto es, que se tome declaración. Aunque sea a la hija del Rey.