El Gobierno de Panamá planta cara por la suspensión de las obras de ampliación del canal. El administrador del Canal, Jorge Quijano, asegura que el proyecto se va a terminar y tiene la esperanza de que el consorcio recapacite. Mientras, el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, viajará a España para exigir al Gobierno que se cumpla el contrato que firmaron. El consorcio liderado por Sacyr reclama una cantidad de 1.200 millones de euros por costes que no estaban previstos en el presupuesto inicial, una cifra que desde Panamá ponen en duda.