En la localidad de Castellar de la Frontera, en Cádiz, está el mayor latifundio de toda Andalucía. Pertenecía a la familia ruiz Mateos pero dejó de ser suyo en 1983 cuando el Gobierno lo expropió. Ahora el Ministerio de Agricultura, su propietario, quiere vender el 10 por ciento de la finca por 300 millones de euros. Es la única parte de la finca que no está catalogada como espacio natural protegido.Juan Casanova, Alcalde de Castellar afirma que no debe venderse, ni por 300 y por 3.000 millones, cree que esa opción debe ser retirada. Muchos vecinos lo apoyan, afirman que la totalidad de la finca es pública y que así debe permanecer.La venta de los terrenos permitiría construir en la zona hoteles, campos de golf y hasta un aeródromo, una importante fuente de riqueza para una zona con un elevado índice de paro. Por eso, entre los vecinos también los hay que apoyan la operación, dicen que será para mejor, y que podría traer trabajo. Pero lo que algunos vecinos ven como una oportunidad de crecimiento la Junta de Andalucía lo ve como una grave pérdida medioambiental, por eso estudia recalificar los terrenos de la discordia para que toda la finca sea un espacio natural protegido. Diego Valderas, Vicepresidente de la Junta de Andalucía confía en que esta opción puede dar muy buenos resultados para la satisfacción de los ciudadanos y de toda Andalicía como patrimionio público. Sería la fórmula, según el Gobierno regional, de evitar la perdida de este ecosistema.