Evitar que Siria siga desangrándose. Ese es el objetivo de la conferencia de paz, Ginebra 2. Una cita en la que ha quedado patente el abismo que separa a los representantes del gobierno sirio y la oposición. Las acusaciones mutuas de terrorismo han llenado los primeros discursos. Esgrimiendo las fotos de las torturas el representante de la coalición opositora siria ha dicho que no tienen precedentes salvo en los campos nazis durante la II Guerra Mundial. Incendiario y extremadamente largo ha sido el discurso del Ministro de exteriores sirio. Ha acusado a Turquía y Arabia Saudí de ser Estados que "promueven el terrorismo", a los opositores de ser unos " traidores y a la comunidad internacional de someter a su gobierno a la asfixia de las sanciones mientras Al Qaeda lucha en su territorio. Los ministros de exteriores invitados en la cita han hablado de un gobierno de transición. Y algunos como John Kerry han ido a más. Sin Bachar Al Assad en él porque tras más de tres años de guerra civil ya hay más de 130 mil muertos y dos millones y medio de desplazados.
