Es el terrible ejemplo de cómo cualquiera puede ser abatido a disparos ahora mismo en las calles de Kiev. Hay tiros por todas partes, los muertos se cuentan ya por decenas y los servicios médicos no pueden atender el dolor de tantos heridos. Después de una efímera tregua, la guerra entre manifestantes y antidisturbios tiñe de sangre Ucrania.