Si la falla es un monumento de altura, la fallera no se queda corta. Serlo tiene un precio. Este año ha tocado hilar fino en el presupuesto y más de setenta comisiones se han quedado sin la típica representante. El coste de este título es de traca: dos mil euros en joyas, tres mil una manteleta, veinte mil euros cada traje... Una humareda de gastos, pero muchas familias empiezan a sacar cuentas. También las comisiones. Pues estos días a derrochar ilusión, que sale gratis.