Tiene 81 años pero la viuda de John Lennon no se cansa de crear y provocar, y para eso ha llegado a Bilbao. Para sorprender con sus perfomance, para envolver con vendas blancas a toda una orquesta, hasta dejarla lisiada, pero empeñada en seguir tocando, como símbolo de la lucha contra las ataduras. Para regalarle a la ciudad vasca siete felicidades y ocho tesoros escritos con grafía japonesa en estos grandes lienzos. Porque Yoko Ono está en Bilbao para reivindicar su hueco como artista. Y para eso se ha traído 200 de sus obras al Guggenheim, seis décadas de creatividad conceptual expuestas en el museo vasco en la que va a ser la mayor retrospectiva de su trabajo. Hay de todo: instalaciones, objetos, textos, películas. Una oportunidad de descubrir las mil caras artísticas que se ocultaban tras la esposa de el Beatle más famoso.