Si por algo se ha caracterizado la estación que se despide es por el acentuado contraste climático ofrecido en la península. Abundancia de lluvias principalmente en el norte y escasez de precipitaciones en la costa mediterránea. En Valencia en el último medio año, sólo han caído poco más de 50 litros. En 150 años no se alcanzaban unos registros tan bajos. Destacan también los abundantes temporales que han azotado la cornisa cantábrica. El invierno acaba pero costará reponerse. Se estima que las pérdidas ocasionadas rondan los 50 millones de euros. Ahora empieza la primavera y pese a que muchos ya se habían acostumbrado a la presencia de Lorenzo, el cambio se producirá en la mayor parte de la geografía española durante las próximas horas. El inicio de la nueva estación estará marcado por el mal tiempo: tormentas y chubascos durante el jueves y el viernes, que darán paso a partir de la madrugada del sábado a un frente frío de procedencia atlántica. Esto será así al menos hasta mediados de la semana que viene.