Más de 4.000 inmigrantes han conseguido alcanzar las costas italianas en tan solo 36 horas. Y habría que sumar las otras embarcaciones que han llegado a lo largo de la semana. Cada día decenas de pateras acuden aquí, a la costa siciliana, abarrotadas de gente. Los centros de acogida ya no dan a basto. El puerto de Lampedusa se ha convertido en la tierra prometida para miles de inmigrantes.