Meriam Yehya Ibrahim ha sido condenada a muerte por casarse con un cristiano. Esta joven sudanesa de 27 años fue acusada de apostasía y adulterio, condenada cuando estaba embarazada de ocho meses. Ahora ha dado a luz en la cárcel, en la que ingresó con su primer hijo de año y medio. "La niña tiene buena salud", dice el marido, Daniel Wani. Él lucha para que el caso sea revisado. La ejecución ha sido aplazada dos años para que la madre pueda amamantar a su bebé. "Las autoridades comienzan a contar dos años desde el nacimiento. Es el periodo para que pueda amamantar a su hija. Después se cumplirá la sentencia", dice Muhannad Mustafa Al-Nour, abogado de la mujer. La madre de Meriam era cristiana, su padre musulmán. Y, así, musulmana, la considera el tribunal que la juzgó según la ley islámica. Fue denunciada por un familiar. Su caso ha conmocionado al mundo.