El dinero no había estado nunca tan barato. La inesperada bajada de tipos lo sitúa en el 0,05% frente al 0,15 actual. Una bajada que aspira a sacudir el letargo de la economía europea. Hasta ahora los esfuerzos del Banco Central por impulsar el crecimiento han sido infructuosos. Mario Draghi ha sido capaz de sorprender a todos con una medida excepcional. Pero no se ha quedado ahí. Se ha aprobado un programa para comprar deuda. Al banco central europeo se le reclamaba crédito más barato. Y sobre todo, medidas para forzar a los bancos a que presten dinero. Por eso, ha aumentado la penalización a las entidades que tienen parado su dinero en el banco central. Del 0,10 al 0,20 por ciento. Los mercados, han reaccionado con subidas. Pese a que estas sorprendentes medidas no dejan de reflejar la preocupación de Draghi por la situación económica. Y en especial por el riesgo de deflación.