Algunos refugiados abandonan las escuelas de la ONU ante el anuncio de una nueva tregua de 72 horas entre Hamás e Israel. Con cierta desconfianza, esperan que esta vez se cumpla el alto el fuego, y puedan volver a sus casas y comercios para evaluar los daños. A su vez, las tropas del Ejército israelí comienzan a desplegarse al otro lado de la frontera, aunque los carros de combate y la aviación se mantienen alerta. Esta iniciativa de alto el fuego se produce un día después de que Israel bombardeara una casa donde falleció una niña de 8 años y 30 personas resultaron heridas. Al otro lado, en Jerusalén, se ha celebrado el funeral por la víctima del ataque de ayer, cuando un palestino arremetió con una excavadora contra un autobús. Esta nueva tregua mediada por Egipto, podría ser el primer paso a unas nuevas negociaciones, en las que se intentará poner fin a la ofensiva israelí y a la apertura de las fronteras para permitir la entrada de abastecimientos. Hasta ahora el conflicto se ha saldado con más de 1.800 muertes palestinas, en su mayoría civiles, y 64 soldados israelíes.