La policía ha encontrado dos huellas en la funda de un colchón del piso de la calle Santa Virgilia. Son de la niña española que fue secuestrada en abril por el pederasta. Es la prueba que necesitaban para demostrar que llevó a la menor de nueve años a esa vivienda. Ahora esperan el resultado del análisis científico de 170 muestras biológicas que se llevaron de la casa.