Ana Mato negó hasta la saciedad los regalos de la trama Gürtel. "Todos mis gastos los he asumido yo", decía. Y es que siempre despejó las preguntas hacia su exmarido que a su vez trató de echarle una mano. "La señora Ana Mato no ha cometido ningún delito", aseguraba Luis Sepúlveda, exalcalde de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Pero el nombre de Ana Mato nunca se desligó del caso. Su nombre aparece una veintena de veces en el auto del juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, que la considera partícipe a título lucrativo. O lo que es igual, que se benefició de los presuntos negocios sucios de su exmarido con la trama Gürtel. Lo cree el juez y lo comparte la fiscalía. Por eso Ruz la quiere sentar en el banquillo, aunque no sea como imputada. Su responsabilidad será económica, por los regalos de Correa. El juez deja la cifra final para el juicio, pero hace una primera valoración y dice que recibió 31.500 euros en billetes de avión, alquiler de coches y estancias en hoteles para la familia y hasta para la empleada de hogar, Rosa Ortiz. Otros 5.000 los recibió en un bolso de marca, de más de 600, dos fiestas con payasos y una comunión. Eso, además del dinero que Jesús Sepúlveda, llevaba a casa: 449.000 euros en tres años. Cada mes, la trama le pagaba entre 3.000 y 60.000 euros. Ana Mato aún puede recurrir pero el juez, que no le ha impuesto ninguna fianza, le advierte que vaya buscando abogado y procurador.