La pasada Nochevieja las llamas se apoderaron de un edificio situado en la calle Relatores, en pleno centro de Madrid. Justo antes de la cena, todos los vecinos fueron desalojados y tuvieron que contemplar desde fuera cómo los bomberos llevaban a cabo las labores de extinción del fuego, que se originó en la cuarta planta en una vivienda alquilada por un grupo de ciudadanos chinos. Los vecinos, que no pudieron tomarse las uvas en casa, afirman que se trataba de un 'piso patera' que ya habían denunciado a la policía en varias ocasiones debido al ajetreo y el ruido que provocaban continuamente.