A Jesús Sepúlveda le acorralan las cuentas del juez, que cree que cobró de la trama Gürtel medio millón de euros en sobres, y doscientos mil más en viajes, fiestas y hasta un coche, cuanto todavía estaba casado con la ministra de Sanidad, Ana Mato. A él el Partido Popular le despidió hace dos semanas. Ella conserva su puesto. Hoy el saludo de sus compañeros de partido ha sido más rápido que nunca. Ni una palabra sobre la Gürtel. Los ministros no querían salirse de la agenda. Silencio sobre el espionaje. Y más silencio sobre la huelga de jueces. Mientras, la calle totalmente acordonada alrededor de un Congreso apuntalado desde arriba hasta abajo.