Entre oraciones y llantos, han velado este jueves el cuerpo de Chokri Belaid, el líder opositor tunecino que fue asesinado a tiros enfrente de su casa. Una pequeña vivienda a la que multitud de personas han acudido para mostrar sus condolencias a los familiares. Su padre se siente impotente y no quiere saber nada de las autoridades. A pesar de su corta edad, su hija se muestra serena y afirma que su padre murió por decir la verdad. En nombre de muchos tunecinos, Chokri denunció que el partido del gobierno estaba acabando con las libertades obtenidas en la Primavera Árabe. Su muerte ha inspirado numerosas manifestaciones por las calles de Túnez, en las que exigen la dimisión del Primer ministro Hambdi Jebali. Unas protestas que han acabado en enfrentamientos con la policía y varias detenciones. Otra vez se enciende la llama de una de las peores crisis desde que el pueblo tunecino acabara en 2011 con el régimen de Ben Ali