Notas del himno nacional para despedir al comandante. Los militares, omnipresentes en la vida de Chávez, lo están también en su muerte. Junto al féretro, la madre esconde su dolor en un pañuelo, a su lado, con gafas de sol, una de las hijas. Una misa y agua bendita sobre el ataúd antes de que inicie el camino hacia la Academia Militar, un recorrido por las avenidas del centro de Caracas atestadas de venezolanos que quieren despedir a su presidente. Cubierto por la bandera de la República, el féretro se abre camino lentamente entre la multitud, entre lágrimas y consignas políticas. Una auténtica marea roja y amarilla acompaña al cortejo. A la cabeza, su fiel aliado, el presidente de Bolivia, Evo Morales, y Nicolás Maduro, el heredero político de Chávez. El mismo que, embargado por la emoción, anunció su muerte y dio la órden de desplegar al Ejército. La oposición, discreta. Su líder, Henrique Capriles, ha pedido unidad nacional. Por delante siete días de luto. Y sus fieles que reclaman ya que Chávez sea enterrado en el Panteón Nacional, junto al libertador Simón Bolívar.
