En Chipre, las maratonianas reuniones parlamentarias para elaborar un Plan b que evite el colapso financiero han tenido como primera propuesta crear un banco malo con el que el Estado ahorraría 2.000 millones. También formar un Fondo Solidario, con inmuebles del Estado, bienes de la Iglesia Ortodoxa y fondos de pensiones de funcionarios, que podría aportar otros 2.800 millones. Pero faltarían otros 1.000 millones para cumplir las exigencias europeas, que el coste del rescate no supere los 10.000 millones de euros.Mientras, no cesan las protestas en la calle. Los chipriotas ven como la economía del país se desmorona y como su principal fuente de ingresos, el turismo, se tambalea. Así lo constata este turista alemán "Si se tiene miedo, es mejor que se elija otro destino".En la isla, el sector servicios representa el 80% del PIB, donde predomina el turismo, las finanzas y las transacciones inmobiliarias.