Las protestas arrecian, pero el coche oficial del presidente de la Xunta pasa demasiado deprisa para oirles. El real decreto ley que acaba de aprobar el Gobierno no garantiza que les devuelvan sus ahorros. Los preferentistas de Bankia perderán un 38 por ciento de lo invertido. Recibirán el 62% que conservan, en acciones que podrán negociar en Bolsa, disponiendo del dinero ya o esperando la evolución del valor. Los accionistas de Catalunya Banc perderán el 60 por ciento y los de Novagalicia banco un 43 %. El importe lo recibirán en títulos. Con las pérdidas asumidas, los títulos tendrán que canjearlos en el Fondo de Garantía de Depósitos. Para dotarlo, los entidades saneadas tendrán que hacer una aportación extra de unos 2.000 millones de euros a la hucha bancaria. El arbitraje seguirá abierto y una comisión estudiará caso a caso. También se encargará de abrir una nueva vía de reclamación. Bancos que pagan más, y preferentistas que todavía no han cobrado. De momento, el nuevo decreto de preferentes no contenta a nadie.