Centenares de personas han acudido este sábado a la parroquia de la Asunción de Manzanares (Ciudad Real) para dar el último adiós a los niños y la abuela que presuntamente han muerto por los disparos ocasionados un arma de fuego por parte del padre de los menores, quien posteriormente se suicidó. El sentimiento generalizado entre los vecinos es de "estupor" al pensar que un padre "pueda cometer tamaña barbaridad".