El Senado de Estados Unidos decidía ayer sobre un nuevo plan para el control de armas, que obligaba a la revisión del historial médico y legal del compradorAunque la enmienda ha tenido 54 votos a favor y 46 en contra, su tramitación no ha salido adelante, ya que se necesitaba un mínimo de 60 votos. Un duro golpe en el intento de Barack Obama de endurecer la ley. Y que el propio presidente ha calificado de vergonzoso. Lo ha hecho en una emotiva comparecencia, en la que ha estado acompañado por familiares de las víctimas de Newtown y la excongresista Giffords, quien recibió un tiro en la cabeza.