Entrar a las 9, salir a las 12 y media, volver a las dos y media y salir a las cuatro. O entrar a las nueve y salir a las dos y media. Es el debate en muchos colegios. Desde 2009 hasta el 62% de los colegios ha adoptado la jornada continua. Sobre todo porque los padres quieren ahorrarse el comedor y porque al aumentar el paro más progenitores tienen tiempo para recoger a los niños. Pero, ¿qué es mejor para ellos? Sociólogos y pedagogos parecen abogar por la jornada partida. La mayor parte de las comunidades dejan la elección de jornada a los colegios, mediante votación con los padres. En Canarias, Ceuta, Andalucía, Extremadura, Murcia, Baleares, Castilla-La Mancha, Asturias y Galicia la mayoría de los coles tienen jornada continua. Sobre todo los colegios rurales, en los que los niños se tienen que desplazar para ir a clase, prefieren el horario intensivo. En el resto del país, y sobre todo en las ciudades, predomina la partida. Pero lo ideal sería adapatar la jornada al alumno, mezclando horarios en un mismo centro. Eso sí, todos los sectores insisten en que la jornada continua no debe suponer una reducción de horario de apertura de los colegios. La administración, dicen, debe garantizar que los colegios no cierren antes por tener jornada continua.