Los bomberos chinos tomaban posiciones el pasado viernes. Acababan de recibir la llamada de la familia de un joven drogadicto de la ciudad Fangchenggang, en la región autónoma de Guangxi Zhuang, que pretendía suicidarse.Se lo encuentran en el hueco de la escalera de un bloque residencial. Unas barras de hierro lo mantienen en equilibrio. Policía y bomberos intentan mediar con el joven que porta un cuchillo en el pantalón. Colocan una malla de seguridad para amortiguar una posible caída. Pero es justo en el momento en el que dos bomberos colocan una escalera en mitad del hueco cuando el joven se tira al vacío. Milagrosamente uno de los bomberos lo recoge en brazos en el aire. Sus compañeros le ayudan. El joven se resiste. Pero sigue con vida y la policía le traslada, sano y salvo, al hospital.