Descontento generalizado con la propuesta de europa para acabar con la dualidad del mercado laboral, es decir la diferencia entre los indefinidos y los trabajadores temporales, sobre quienes ha recaído la práctica totalidad de la destrucción de empleo durante la crisis. El primer no al contrato único llega del gobierno. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha señalado que esa modalidad "no entra dentro de lo que dice la doctrina constitucional para nuestro país". También ha sido rechazado por los empresarios. El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha señalado esta mañana en un desayuno informativo que la patronal podría ser partidaria de reducir las 41 modalidades actuales de contratos, pero no hasta llegar a la propuesta expresada ayer por el comisario de empleo de la UE. Los sindicatos por su parte han mostrado su absoluto rechazo a la implantación del contrato único ya que solo servirá, dicen, para precarizar más el mercado laboral. Los expertos se dividen entre quienes piensan que el contrato único, indefinido y con una indemnización menor, servirá para impulsar la creación de empleo y los que apuntan que se limitará a abaratar el despido.