Stop Desahucios intenta evitar el desalojo de una de las 600 familias que vinieron a España en 2011 gracias a un plan entre la Iglesia y el gobierno español para exiliar de Cuba a disidentes políticos. Durante cinco años se les dio trabajo, permiso de residencia y una ayuda económica. Finalizado el plazo y tras varios meses sin poder pagar el alquiler, la familia ha tenido que abandonar su casa tras un fuerte forcejeo con la Policía. La madre y la hija de 15 años han tenido que ser atendidas.