En el PP nadie se mueve de su sitio, así que si su objetivo era cerrar filas Rajoy no lo ha conseguido. Después de tres horas de reunión, comida mediante, sus barones siguen sin ponerse de acuerdo sobre el déficit a la carta. Están los críticos. Los que quieren el mismo déficit, el 1'2 por ciento para todas las autonomías y sin privilegios para Cataluña. Son el presidente extremeño José Antonio Monago y el madrileño Ignacio González. Y los que no, los que pretenden un déficit a medida, como el presidente balear José Ramón Bauzá. Sin acuerdo, en Génova prefieren ver el vaso medio lleno. Pero siguen sin aclarar cómo se fijará el déficit. Así que toca seguir negociando. En las próximas semanas Montoro se verá cara a cara con cada comunidad autónoma. El objetivo es llegar con el asunto del déficit bien atado al Consejo de Politica Fiscal. Tiene un mes para conseguirlo.