Sin arnés y en la cuerda floja, Nik Wallenda va a cruzar el Gran Cañón para sumar otro récord a su colección. El año pasado cruzó las cataratas del Niágara, pero la diferencia es que lo hizo con protección. El aventurero estadounidense pertenece a una familia circense. Wallenda le va a dedicar este récord a su bisabuelo fallecido en 1978 tras caer de una cuerda floja.Durante dos semanas Wallenda y su equipo han estado practicando la que va a ser su mayor hazaña en Florida, su ciudad natal. Para ello han recreado las condiciones con las que se va a encontrar. Ha caminado a lo largo de una cuerda de 300 metros de largo, rodeado de máquinas de viento que simulaban ráfagas de hasta 80 kilómetros por hora. Pero si los vientos superan los 70 km/h o hay riesgo de tormenta, el estadounidense suspenderá la acrobacia.