Una plaza teñida de rojo, negro y blanco, los colores nacionales inundada de pancartas. Unas de las mayores movilizaciones desde la caía de Mubarak. Los indignados no tienen intención de abandonar su lucha y lejos de que la situación se normalice, el Ejército ha tomado cartas en el asunto quieren que el gobierno cumpla con las demandas del pueblo, que normalice la situación del país. Menos de 48 horas tienen los líderes de las fuerzas islamistas y las opositoras para llegar a un acuerdo. De lo contrario, las Fuerzas Armadas presentarán su hoja de ruta y tomarán el poder temporalmente. Un anuncio que ha hecho público un portavoz del Ejército en la televisión estatal."Este es el momento en el que los militares estaban en condiciones de anunciar que la voluntad del pueblo y la voluntad del ejército son uno", ha señalado el portavoz militar. Euforia en Tahrir cuando cinco helicópteros han sobrevolado la plaza, sobre las movilizaciones portando las banderas egipcias demostrando así que están del lado del pueblo. Una oleada de protestas que empieza a sentirse en el Gobierno. Cuatro ministros han presentado su dimisión en apoyo a los manifestantes.