La primera jornada de la visita del papa Francisco a Brasil se ha visto empañada por las protestas que sacuden el país desde hace más de un mes. Porque durante toda la jornada la indignación ha sobrevolado Río de Janeiro.En el mismo lugar donde se recibía al pontifice, horas después comenzaba una nueva manifestación en contra del gobierno. Y, sobre todo, de los gastos que este viaje ha supuesto. Exigen que se invierta lo mismo en sanidad y educación.Una concentración variopinta y pacífica, pero la rabia ha estallado.Algunos han comenzado a lanzar cócteles molotov contra la policía, que ha respondido con gases lacrimógenos, balas de goma y cañores de agua. Al menos cuatro personas han resultado heridas y hay siete detenidos.