Estados Unidos ha empezado a movilizar buques de guerra para llevar a cabo una posible intervención en Siria. Según el secretario de Defensa, Chuck Hagel, el presidente ha solicitado al Pentágono posibles respuestas al uso de armas químicas en Damasco. Con el Gobierno dividido, y pese a que Barack Obama teme entrar en otro conflicto, la armada estadounidense ha tomado posiciones a la espera de la decisión que tome el presidente, quien tiene la última palabra. Sus asesores en materia de seguridad tienen previsto reunirse con él este fin de semana en la Casa Blanca para adoptar una postura desde la que afrontar el conflicto.