Las razones para que Madrid no fuese ciudad olímpica en 2020 parecen ahora evidentes. Todas las interpretaciones nos llevan a una debilidad común: la economía.A pesar de que el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, hablaba de ella en pasado, la crisis económica ha hecho mella en los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI). Madrid deja de ser una buena candidata si la comparamos con Tokio. Mientras una economía tiene cifras negativas, la otra crece más de un 2%. España se presentaba a las olimpiadas con un 26% de paro, frente al pleno empleo con que lo hacía Japón. Los juegos de bajo coste no han convencido al COI. Madrid prometía 1.500 millones de euros, frente a los 5.000 que garantizaba Tokio. Además iba a utilizar las infraestructuras construidas para las otras candidaturas.Otro punto flaco de la candidatura fue el dopaje y la operación puerto. Un tema que se omitió en la presentación. En cambio, Japón decidió hacer frente al desastre de Fukushima. La presentación fue irregular. El príncipe Felipe y el jugador de baloncesto Paul Gasol salieron bien parados. Mientras que ellos eran alabados, los discursos de los políticos, con un inglés pobre, eran calificados como poco emotivos.Un punto a favor para Tokio fue la rotación de continentes. Tras Londres y Río, Asia era una buena opción para celebrar los juegos olímpicos. La candidatura pareció convencer a los españoles, pero no tanto a los miembros del Comité que vieron en la economía razones suficientes para acabar con el sueño olímpico.