Ya han comenzado los trabajos para reflotar el Costa Concordia que lleva 21 meses encallado frente a la isla de Giglio, en Italia. Se trata de uno de los mayores retos para la ingeniería. Nunca antes se había reflotado un barco así. 500 personas trabajan para poner en posición vertical las más de 114.000 toneladas que pesa el buque. Una operación, que ha costado 600 millones de euros, y que se lleva a cabo a través de unos gigantescos gatos hidráulicos que tirarán de los cables de acero enganchados en la nave. Una fase muy delicada porque si el barco se precipita a un desnivel de 70 metros de profundidad, los trabajos de reflote se complicarían.