Como si de una batalla campal se tratara. Con una impresionante reyerta entre profesores y policía terminaban varias semanas de protesta en Ciudad de México.Centenares de profesores desafiaron a las fuerzas de seguridad ocupando el Zócalo, la segunda plaza más grande del mundo.La policía usó gas lacrimógeno para disolverlos. Pero los manifestantes más violentos, que se negaron a abandonar el asentamiento, se enfrentaron arrojando palos, piedras e incluso gas, que no dudaron en lanzar a las fuerzas de seguridad.Los manifestantes llevan semanas de movilizaciones. Protestan por la intención del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, de introducir un sistema de evaluación universal y de cambiar las condiciones de trabajo de los maestros, que ahora será más fácil despedir.El sistema educativo mexicano, que dedica más del 5% de su presupuesto a la educación, registra uno de los peores datos de éxito estudiantil entre los países de la OCDE.