El aeropuerto fantasma de Teruel pasará a utilizarse como un aparcamiento de aviones. Será un lugar para realizar las labores de mantenimiento de aeronaves o incluso como desguace. Se convertirá en la competencia del aeródromo californiano del Mojave. En este aeropuerto no habrá que pagar los 1.000 euros que se piden en cualquiera convencional. Además, su clima seco facilita la oxidación. El aeropuerto se encuentra a 12 kilómetros de la capital. En mitad de los campos ya hay dos 747 holandeses que llegaron en agosto. Durante 25 años operará el aeródromo una filial de Airbus, que pagará a su dueño, un consorcio público aragonés, más de un millón de euros