Treinta activistas de Greenpeace podrían ser condenados a quince años de cárcel por piratería. De eso les acusa la fiscalía rusa, que ha difundido como prueba de ello estas imágenes. Los activistas intentaron abordar la semana pasada una plataforma petrolífera en el oceáno Ártico; una plataforma de Gazprom. Greenpeace asegura que la protesta fue pacífica y que querían denunciar los riesgos mediaoambientales de la explotación de petróleo. Pero Rusia asegura que los asaltantes violaron su soberanía. Los activistas están detenidos en la ciudad portuaria de Murmansk ala espera de ser procesados.