La familia de María de Villota se ha derrumbado a su llegada al tanatorio sevillano donde se están velando los restos mortales de la piloto de Fórmula Uno de 33 años. En medio de una gran expectación mediática, sus padres y su marido se han acercado, procedentes de Madrid, a tributarle una sentida despedida. Su madre se ha derrumbado y se ha abrazado, llorando, a la representante de María Villota. La piloto probadora de Marussia ha muerto por causas naturales en su habitación de hotel en Sevilla. Allí iba a dar una conferencia sobre ese terrible accidente que le cambió la vida hace más de un año, un choque en un circuito inglés que le obligó a bajarse del coche para siempre.