Los autobuses han empezado a llegar a primera hora de la mañana procedentes de diversos puntos de la geografía catalana. Entre los asistentes a la concentración en la Plaza Cataluña, había gente de todas las edades y una idea: "Estoy a favor de la unidad de España, no quiero que Cataluña se separe de España", decía una de las asistentes. "Estamos en contra de todo lo que están haciendo. El separatismo y todo eso es una vergüenza", comentaba otro de los concentrados. "No pueden unos pocos decidir por aquello que nos pertenece a todos", sentenciaba el presidente de la Fundación para la Defensa de la Nación Española, Santiago Abascal. No todos los símbolos estaban permitidos: sólo banderas españolas, catalanas y europeas; aunque se les ha colado alguna otra. En el céntrico Paseo de Gracia han desplegado una bandera gigante de 100 metros: mitad senyera, mitad rojigualda. Entre los participantes en la concentración, destacaban dos: los líderes políticos del Partido Popular y Ciutadans. Ambos han echado de menos a los socialistas catalanes en esta marcha. "Que hoy la Cataluña silenciosa rompe su silencio. Queremos decir alto y claro que somos catalanes, que es nuestra forma de ser españoles", indicaba la presidenta del Partido Popular de Catalunya, Alicia Sánchez-Camacho. "Me preocupa que el Partido Socialista no esté hoy aquí. Me preocupa que Pere Navarro y sus complejos no le permitan venir aquí", añadía Albert Rivera, presidente de Ciutadans. El acto reivindicativo ha finalizado con la lectura de un manifiesto que han leído los deportistas olímpicos Jesús García Bragado y Ander Mirambell. Han pedido a los catalanes que respeten la pluralidad y la riqueza de España. Durante la concentración ha predominado el ambiente festivo y no hay que lamentar ningún incidente relevante.